Las Oblatas
Misioneras de María Inmaculada

Es curioso ver que uno tenga que cuidarse mucho para liberarse, antes de poder estar al servicio de los demás. ¿Quién no tiene complejos, quién puede presumir de ser sólido como una roca, quién no está bloqueado por unos miedos difíciles de razonar? Vivimos en un mundo agitado donde la razón lo desafía todo y el corazón respira con dificultad.

Las amistades son frágiles, los cambios de opción en la vida son habituales. La paciencia y la tolerancia se ponen a prueba…

¿No sería posible encontrar formas de calmarse, de construir un oasis en el mundo actual donde el descanso y la relajación nos permitirían ambicionar una relativa felicidad reservada a los seres humanos?

Para salir de sus miedos, para minimizar los complejos, para encontrar el equilibrio, para vivir en plenitud y para realizarse plenamente, hay que intentar la siguiente actuación: hacerse una imagen real de uno mismo, no magnificar los obstáculos, creer en sus propias cualidades, confiar en Dios.

Reflexiones personales
1. ¿Tienen amigos que confían en lo que ustedes son y en lo que hacen?
2. ¿Creen en sus cualidades? ¿Qué tipo de cumplidos reciben de los demás?
3. ¿Hay personas que les piden consejos, que les escuchan con interés, que dicen que usted ha cambiado algo en ellos?
4. ¿Están inclinados a imitar a los demás? ¿Qué opinan de su autonomía personal?

Extracto de la Colección Voluntarios de Dios, “¿Cómo liberarse de sus miedos?”. Padre Louis-Marie Parent o.m.i.

Leer: ¿Cómo liberarse de sus miedos? (1)
Leer: ¿Cómo liberarse de sus miedos? (2)
Leer: ¿Cómo liberarse de sus miedos? (3)

En 1952, el Padre Louis-Marie Parent o.m.i., nuestro fundador, fue inspirado por el Espíritu Santo para fundar el Instituto Secular las Oblatas Misioneras de María Inmaculada. Durante estos 70 años de existencia, nuestro Instituto ha hecho maravillas por medio de los miembros que se entregan sin contar en todo el mundo para la mayor gloria de Dios y la salvación de las almas. ¡Ah sí! El Señor es bueno por haber conservado nuestro Instituto con su amor en el corazón del mundo durante 70 años.

Agradecemos en acción de gracias y oramos esperando nuevas vocaciones. Necesitamos jóvenes que tomen el relevo. Por eso, roguemos al Señor que nos envíe obreros porque son pocos y la mies abundante. También pidamos al Señor más unidad entre nosotros. De donde él está, el Padre Parent nos ve y sigue amándonos.

En la casa de Haití, es la presencia de Dios la que nos permitió ver y vivir los 70 años de nuestro querido Instituto.

Vista la situación política de nuestro país, vivimos muchos acontecimientos que pueden empujarnos a desistir de la misión que Dios nos ha encomendado. Pero por pequeña que sea, nuestra fe no se tambalea, porque Dios siempre está con nosotras.

Nuestras actividades espirituales, como el retiro anual, nuestras reuniones trimestrales, se interrumpen físicamente porque nuestros movimientos son limitados. Este es el caso particular para nuestras compañeras que están de misión en el Sur.

A veces, nos sentimos abrumadas por los acontecimientos que enfrentamos. Agradecemos a Dios por permitirnos permanecer unidas gracias a las redes sociales y por nuestra espiritualidad viva. Nos ayudamos, nos organizamos, tratamos de adaptarnos a la situación del país. Vivimos el momento presente.

Por eso, a pesar de todo, hagamos de este 70 aniversario un momento de acción de gracias, de gratitud al Señor que nos ama con un amor inestimable. Gracias también a la Santísima Virgen María que no cesa de envolvernos con su manto. Esperamos que este 70 aniversario de nuestro Instituto sea para nosotros un impulso hacia un nuevo comienzo que nos empuje hacia adelante a pesar del viento y de la marea. Les deseo a todas ustedes un feliz aniversario.

Marie-Bruna M. Haïti

En este día, les invitamos a recordar esta fecha memorable del 17 de mayo 2009, en que el padre Louis-Marie Parent, o.m.i. partió para la casa del Padre.

Era un hombre de fe, ferviente, sacerdote ardiente, amante de la Palabra de Dios y misionero en el alma. Fue un reputado autor quien nos dejó muchos escritos sobre la espiritualidad y las relaciones humanas.

Qué podemos decir sobre la herencia evangélica como receta espiritual fundada sobre las enseñanzas de Jesús, que se concreta en una fórmula que son las 5 actitudes de vida cristiana.

No puedo guardar en silencio el amor que él tenía por nuestra Madre María, Madre de Dios, Madre de todos. Alegrémonos poder estar con él para rezar el Rosario en este mes de María. Lleguemos a la casa de los Voluntas Dei, sin dudar, para ofrecer el mundo y que reine la paz.

Hagan clic sobre la imagen, llegarán en el sitio para hacer su selección del misterio. Juntos: «Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor...»

Rosario en frances:

3. Creer en sus cualidades.

Cuando alguien me hace un cumplido, cuando destaca una de mis cualidades, me siento incómodo, no me lo creo, tiendo a razonar.

Para creer en tus cualidades, tienes que ser natural, relajado, tranquilo. También un paseo por la naturaleza, una relajación profunda pueden ayudar a pacificar un ser para hacerlo descender a las profundidades más íntimas y ricas.

Tratemos de ir hacia adentro, tratemos de recordar las cosas buenas que la gente ha dicho de nosotros desde nuestra adolescencia. Hagamos una lista de todo lo que percibimos como cualidades. Analizar mis dinamismos, la generosidad, la ternura, la dedicación, la fidelidad, el autocontrol, es una forma maravillosa de darme el gusto de vivir feliz.

No tengamos miedo, aunque pensemos que ya no creemos en Dios, dirigirse a un Ser supremo quien solo, puede encontrar una respuesta a todos los problemas.

Extracto de la Colección Voluntarios de Dios, “¿Cómo liberarse de sus miedos?” Padre Louis-Marie Parent, o.m.i.

Leer: ¿Cómo liberarse de sus miedos? (1)
Leer: ¿Cómo liberarse de sus miedos? (2)

Foto:IvaCastro de Pixabay

2. No exagerar los obstáculos

Muchas personas se destacan en destruirse fabricando en su imaginación obstáculos que agrandan fácilmente y perturban los mecanismos humanos más positivos.

Se pueden dar dos sentidos a la imaginación ya que esta es fabricadora de imágenes más o menos claras, más o menos abundantes, más o menos positivas. Y permite también la invención, la fantasía y la originalidad.

Cuando un obstáculo se pone en nuestro camino, debemos primero evitar el pánico. Obstáculos se encuentran en todas partes y en todas las vidas humanas. Hay que vivirlos y sacar el mejor partido posible.

Desmenucemos el obstáculo, veamos el rol de las personas, su implicación en el problema, estudiemos las circunstancias, ocupemos nuestro espíritu en lugar de dejarlo a la deriva, arrastrados por nuestra imaginación sobrexcitada o rebelada.

Usemos nuestra imaginación para disminuir los obstáculos para irrigarlos con la confianza que tenemos en nosotros mismos.

Así, despojados de nuestros miedos, seguiremos viviendo optimistas y encontraremos estos impulsos maravillosos que activa el entusiasmo.

Extracto de la Colección Voluntarios de Dios. “Cómo liberarse de sus miedos”.
Padre Louis-Marie Parent, o.m.i.

Leer: ¿Cómo liberarse de sus miedos? (1)

Foto: JanetRDominguez de Pixabay

En estos tiempos dramáticos, de historia infeliz que oímos y vemos
a través de la guerra que ahora se vive, pueden invadirnos sentimientos fuertes.

Oremos con convicción la oración del Padre Louis-Marie Parent o.m.i.,
quien nos centra sobre la misericordia de Dios.

Señor me pides amar a mis enemigos,
sin Ti, nunca podré...
¿Cómo quieres que yo sea capaz de amar
a los egoístas que piensan solamente en sí mismos
a los orgullosos que aplastan con sus suficiencia
a los que les rodean?

¿Cómo quieres que yo tenga indulgencia
por los hartos en búsqueda constante de comodidades nuevas
cuando multitudes de infelices
no pueden salir de la miseria?

¿Cómo quieres que tenga la misericordia para los explotadores
que acusan el cielo por los delitos del mundo
cuando utilizan sus fuerzas, sus talentos
para derramar en torno suyo el desánimo, la inseguridad y la miseria?

¿Cómo quieres que tenga simpatía
para los malos ricos que aumentan
sus ingresos sobre la espalda de los pobres

Señor, me pides no razonar,
de amar a todas estas gentes, de orar por ellas
de escucharlas, de buscar lo que es bueno para ellas
de estrecharlas con mis dos brazos,
para que tu gracia llegue a ellas.

Señor, lléname de tu luz,
abrázame de tu calor
dame tu corazón, tus ojos, tus lenguaje
tus brazos, tu amor, tu perdón, tu ternura.
Amén.

Extracto del libro: «Yo te acojo». Padre Louis-Marie Parent, o.m.i.

Foto: Bruno Germany de Pixabay

Hoy como todos los días, son días de dar gracias a Dios por todos los beneficios recibidos. Esto me permite celebrar 55 años de vida consagrada como Oblata Misionera de María Inmaculada. Estos años han pasado muy rápido, como un soplo del Espíritu Santo. Me llenaron de fortaleza, sabiduría y alegría para servir al Señor, como si fuera el primer año de mi consagración secular.

Nuestro Fundador, el Padre Louis-Marie Parent,o.m.i., nos dice en las Constituciones “Consagrarse, es aceptar ser servidora de la voluntad divina, modelarse en Cristo, actuar bajo el influjo del Espíritu, dejar crecer en sí el Espíritu y consentir a disminuir bajo su influencia”.

La vida consagrada responde a una llamada y a una aceptación voluntaria, como la respuesta de la Virgen María, el FIAT. Así lo han hecho tantos misioneros que han respondido SÍ, como yo, hace 55 años. Vale realmente la pena pasar la vida en esta experiencia del amor libertador en obras como: Radio Bolivia en Oruro; en el internado de señoritas universitarias, dirigidas por las Oblatas; en Cochabamba; en el Arzobispado de Cochabamba y muchas otras. Esto fue una bendición constante de crecimiento y fortalecimiento en mi vida personal y en la misión encomendada como Oblata.

Por esta razón, mi respuesta a la llamada de Jesús es un acto de gratitud y un don de mi vida como consagrada  para vivir el espíritu apostólico, para  servir mejor al Señor. 

En las Constituciones, el Padre Parent nos habla de nuestra fisonomía espiritual que se dibuja en dos rasgos: el alma de profunda vida interior, el corazón del apóstol misionero.

Nuestra profunda y bella espiritualidad que dice “vivir una espiritualidad muy concreta centrada en la caridad de Cristo”.

Mi agradecimiento igualmente va a las compañeras oblatas por estos 55 años pasados en su compañía. Cada una según su realidad, ha sido una referencia en mi caminar.

Gracias a mis queridos padres que han sido tan amantes y me han permitido seguir el camino de mi felicidad. Gracias también a mis hermanos y hermanas, y a los amigos que han cruzado mi ruta a lo largo de estos años.

No tengo más palabras para expresar lo que está pasando en mí en este momento, solamente un profundo agradecimiento del corazón a todos y todas. Que Dios, nuestro Padre nos bendiga siempre.

Martha Bustillo R., Bolivia

¿Qué significan todos estos años de mi vida oblata en el Instituto Las Oblatas Misioneras de María Inmaculada?

Mi vida cristiana se vivió en mi hogar, por el conocimiento y la vida en J.D.C. Mi consejero y pastor, Monseñor Fernando Aristía me hizo conocer al Instituto. Eso fue una magnifica respuesta de Dios a mis anhelos de entrega, de búsqueda de la santidad, de servicios a los demás. He podido mostrar al Señor cuánto lo quiero imitando a María Santísima.

Conocí también un apoyo, una solidaridad permanente en todo momento de mi vida, que sean tristes o alegres. He vivido cariño, grandes y verdaderas amistades.

Experimenté crecimiento y madurez en la fe y en mi desarrollo personal. Por eso trato de dar lo mejor de mí al Instituto en las responsabilidades que me pide.

El espíritu y la enseñanza de nuestro fundador me fue muy inspirante porque el Padre Parent se dejaba guiar por el Espíritu Santo. Ofrezco al Señor un canto de agradecimiento, gozoso y alegre a Dios por todos estos años de gracia y de fidelidad del Señor hacia mí.

Ana A.,  Chile

En el curso de los años 70, hice una licenciatura en Lenguas Modernas/Traducción en la Universidad de Quebec, en Trois-Rivières. Un día, regresando de vacaciones, entré en el aula donde estaba ya mi profesor de la India. Le mostré mi brazo y le dije: “Mira como estoy bronceada”. Él puso su brazo al lado del mío y dijo: ”Mi piel está más bronceada que la tuya, mi bronceado data de 2,000 años”. Reí, pero a la vez reflexioné: su bronceado milenario era bello y daba vida a la historia de todas las generaciones precedentes.

En 1990, puse en pie en mi parroquia a Ottawa un comité de ayuda para los recién llegados a Canadá. En el curso de este compromiso, conocí a personas de Sri Lanka, Bangladesh, Pakistán, Afganistán, México, Colombia y otros, todos bronceados y bellos. Los de África, estaban más bronceados pero igualmente bellos.

Gracias a la formación de respeto a los demás que recibí siendo oblata en el Instituto y gracias a la broma de mi profesor de la India, me es fácil ver a estas personas, ya hayan nacido en Canadá o en otra parte, como mis hermanas y mis hermanos bellos y amables, con el respeto también de todo lo que tienen que mostrarme sobre la vida.

El proceso sinodal, muy pertinente para todos nosotros, nos invita a tender la mano al otro y caminar juntos como hermanas y hermanos. Una palabra de un Gurú Americano de la Nueva Edad me viene a la mente: Juntos paseamos el uno y el otro camino a la casa: él expresa bien la orientación que el Papa Francisco quiere establecer en toda le Iglesia a partir de las personas de la base.

Que el Señor nos bendiga y que el Espíritu Santo nos acompañe en el transcurso de nuestro camino hacia la solidaridad y la sinodalidad donde nadie, sin excepción, no sea olvidado.

Louise Lalonde

 Foto: Ralphs_Fotos de Pixabay