El carisma
Una constante disponibilidad a la voluntad del Padre para vivir en todas partes la caridad de Cristo por el servicio, con la ayuda de María.
El carisma define el Instituto en su forma de estar en el mundo. Es un dinamismo espiritual que es dado para realizar la misión y participar así en la de la Iglesia en el mundo.
Disponibilidad al proyecto del Padre, amor incondicional y universal al prójimo, servicio desinteresado a las personas y devoción a María. Estos son los componentes que animan siempre a cada oblata en la vivencia de su misión.
La misión
Como Cristo, manifestar el amor incondicional del Padre a toda persona revelando los signos de la presencia de Dios en el corazón de la realidad cotidiana.
La misión compromete a cada oblata a una presencia responsable y a una acción transformadora dentro de las realidades temporales para hacerlas más justas y más humanas.
La espiritualidad
Centrada en la caridad de Cristo, la espiritualidad del Instituto se concreta en una fórmula síntesis llamada « 5-5-5 ».