Este es el tema del Congreso Regional de los Voluntarios de Dios que vinieron de los cuatro rincones de Quebec el 13 de septiembre.

Éramos unas cuarenta personas que estábamos muy motivadas para reunirnos después de varios años sin una reunión regional de los Voluntarios de Dios.

Vinieron de la ciudad de Quebec, Montreal, Drummondville, Victoriaville, Sherbrooke, Trois-Rivières, sin mencionar La Tuque y Toronto en la persona de Adèle Yamba, que también forma parte del Equipo Central. Todos ellos tenían el deseo de confraternizar y, sobre todo, de compartir las cinco actitudes de vida que están en el corazón de nuestra espiritualidad y nuestra misión.

Voluntarios generosos, voluntarias generosas (en díadas y tríadas) pudieron hablarnos, a su vez, sobre la presencia de Dios, la ausencia de críticas destructivas, la ausencia de quejas inútiles, el ser de servicio y ser artesano de paz. No escatimaron esfuerzos para hablarnos con el corazón sobre los escritos del Padre Parent,omi, al mismo tiempo que daban su testimonio de vida.

Después de dos presentaciones, una realizada por el grupo de La Tuque sobre el ser de servicio y la segunda por una díada de Drummondville sobre la presencia de Dios, los participantes se reunieron en cuatro mesas mixtas para compartir juntos sobre lo que más les impactó. Nuestros líderes de equipo hicieron un excelente trabajo al facilitar al darle a cada persona la oportunidad de expresarse y compartir su experiencia.

Después del almuerzo, el trío de Victoriaville nos habló sobre la ausencia de críticas destructivas, seguido por el grupo de Trois-Rivières sobre la ausencia de quejas inútiles. En esta última tríada, los recién llegados dieron testimonio de la importancia de crecer en la espiritualidad de las cinco actitudes de vida para ayudarlos a adaptarse mejor a su nuevo entorno en Quebec. Más tarde, Jacques Dugré nos habla sobre los efectos positivos de la alabanza y la bendición, especialmente cuando las cosas van mal.

Finalmente, Irène de Sherbrooke y Adèle de Toronto presentaron el tema ser artesano de paz después de consultarse de forma remota. Su testimonio de vida, además de las citas del P. Parent, omi, todo fue muy revelador. Sentimos que "las botas siguieron a los labios", como dicen aquí en Quebec, es decir, que la acción se encuentra con el dicho.

Finalmente, compartimos mesas mixtas en torno a las últimas tres intervenciones, concluimos el día con alegría y cantos de agradecimiento. Varios expresaron su alegría por haber acudido a este congreso deseando retomar la experiencia en 2027 durante el 70º aniversario del nombre oficial del grupo "Voluntarios de Dios", según el acta del Consejo Central de la OMMI del 22 de diciembre de 1957.

Gracias a todos los que hicieron posible este congreso y recemos a Dios para que nos ayude a desarrollar un próximo congreso en 2027.

Violaine Couture, responsable de los Voluntarios de Dios