El Padre Parent nos lega una hermosa oración que podemos decir con
el corazón ya que nos centra en las riquezas que Dios nos ha dado.
Durante este período estival, aprovechemos esta oportunidad para
maravillarnos con los dones que recibimos de Él.
Señor, tú cultivas mi corazón,
como un jardín que te pertenece.
Tú cultivas en mí el amor, la comprensión,
la escucha, la confianza, lo serio.
Tú cultivas también la luz, la energía,
el valor y el dinamismo.
Tú derramas a manos llenas la amabilidad, la bondad,
la dulzura, la paciencia, la fidelidad, el dominio de sí.
Tú me llenas de paz y de alegría.
Tú pones en mí tu inteligencia, tu ciencia, tu sabiduría.
[…]
Señor, tú eres la luz de mis ojos,
El calor de mi corazón, la energía de mi ser
la claridad de mi pensamiento, el vigor de mi voluntad,
la habilidad de mis sentidos, el impulso de mis afecciones.
Tu presencia desborda mi ser
como la luz en una lámpara.
Olvidamos la lámpara bajo la abundancia
de tu brillo y de tu luminosidad. Amen
Oración, Padre Louis-Marie Parent, o.m.i.
Sacado del libro: Yo te acojo, página 185